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Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia

Programa

Pyotr Ilyich Tchaikovsky / Sinfonía n° 5. (Andante – Allegro con anima; Andante cantabile, con alcuna licenza; Valse: Allegro moderato; Finale: Andante maestoso – Allegro vivace).

Director / Andrés Orozco-Estrada.

SINFONÍA No. 5 DE TCHAIKOVSKY

 

Filarmónica Joven de Colombia

Sinfonía n° 5 (1888) de Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893)

La quinta sinfonía de Tchaikovsky fue concebida originalmente para expresar “resignación absoluta ante el destino”, pero pronto adquirió visos autónomos, expresando un paisaje emocional bastante más ambiguo. En mayo de 1888 el compositor le confiesa a su hermano un temor creciente al sentir que el pozo de su creatividad se había secado por completo, añadiendo quizá un resquicio de optimismo: “Tengo la esperanza de recolectar, poco a poco, suficiente material para una sinfonía.” Durante el mes previo el compositor empezaba a decantarse por un concepto para el primer movimiento de la obra, tan solo unas cuantas observaciones en prosa que incluían ideas tales como “una absoluta resignación ante el destino”, “los inescrutables designios de la Providencia”, y “murmullos de dudas, lamentos, reproches en contra de… X.” Todo por supuesto bastante críptico, pero estas reflexiones le sirvieron como punto de apoyo e impulsaron al compositor en su quehacer entre mayo y agosto en su hogar de verano en las afueras de Moscú. El estreno se llevó a cabo tres meses después bajo la dirección el mismo Tchaikovsky. 

El compositor siempre consideró la sinfonía un fracaso rotundo. “No me puedo quejar de una falta de poder creativo”, le escribió entonces a su hermano, “pero siempre he sufrido de limitaciones en mi habilidad para manejar la estructura general”. Si bien es cierto que Tchaikovsky a veces puede ser un poco laxo en materia formal, la riqueza melódica y la intensidad emocional de su quinta sinfonía le merecen un lugar esencial en el canon orquestal desde su concepción. 

La quinta de Tchaikovsky adhiere a la estructura clásica en cuatro movimientos de la sinfonía, pero los movimientos adquieren una unidad adicional al compartir un “tema consigna”, una idea fija en el estilo de Berlioz anunciada desde el principio por los clarinetes. La interpretación más aceptada es que dicha melodía representa al Destino referido por el compositor en su esquema en prosa original. La melodía como tal aparece con frecuencia en la obra, algunas veces sufriendo cambios notables, y evidentemente define el tono sombrío que domina la mayoría de su devenir sonoro. Luego de los compases iniciales reaparece en medio del segundo movimiento, los metales interrumpiendo abruptamente la languidez general. Retorna de manera discreta al final del grácil walz del tercer movimiento, entonado allí calladamente por los clarinetes y los fagotes. Finalmente abre el último movimiento, traspuesto ahora desde el modo menor hacia el evidentemente más triunfal modo mayor. La aventura que constituye el movimiento final lleva a una conclusión que es más bien ambigua, pues aún no conocemos consenso sobre los últimos acordes: ¿son estos triunfales o siniestros?

 

Andrés Orozco-Estrada / Director

Nació en Medellín (Colombia) en 1977. Inició sus estudios musicales con el violín y, a los 15 años de edad, tomó sus primeras lecciones en dirección. En 1997 viajó a Viena donde fue admitido en la prestigiosa Escuela de Música y Artes Escénicas, participando en la clase de dirección de Uroš Lajovic, pupilo del legendario Hans Swarowsky. Allí obtuvo su título con distinción al dirigir la Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena en el Musikverein de Viena. 

Es uno de los directores más destacados de su generación. Al inicio de la temporada 2014/15 realiza su debut oficial como Director Musical de la Orquesta Sinfónica de Houston y como Director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt. Adicionalmente asume en Septiembre 2015 la posición de Director Principal Invitado de la Orquesta Filarmónica de Londres.

Captó por primera vez la atención internacional en 2004 al dirigir la Orquesta Tonkünstler en el Musikverein de Viena, siendo reconocido por la prensa vienesa como “el milagro de Viena”. Desde entonces ha desarrollado una alianza musical exitosa con esta orquesta, que lo llevó a asumir la Dirección Musical de la misma en 2009, compromiso que finalizó en el verano de 2015. Así también, tuvo a su cargo entre 2009 y 2013 la dirección titular de la Orquesta Nacional Vasca – Orquesta Sinfónica de Euskadi.

Es invitado regular de orquestas de gran reconocimiento internacional, entre ellas la Filarmónica de Viena, la Orquesta Santa Cecilia de Roma y la Orquesta Nacional de Francia. Así mismo ha sido director invitado de orquestas tales como Filarmónica de Munich, Leipzig Gewandhaus, la Orquesta de Cámara Mahler, la Orquesta Sinfónica de la ciudad de Birmingham, La Orquesta Sinfónica de Londres y la Filarmónica de Oslo. Recientes debuts incluyen: la Orquesta Concertgebouw de Amsterdam, Sinfónica de Pittsburg, Sinfónica de Cleveland y la Filarmónica de Israel.

En 2014 debutó Andrés Orozco-Estrada en el Festival de Glyndenbourne con “Don Giovanni”. Tras su contundente debut el año pasado en el Festival de Salzburgo, regresa este año con la Opera de Nicolai “Il Templario” y relevando en el podio al Director Nikolaus Harnoncourt, con la Novena Sinfonía de Beethoven en el Concentus Musicus Wien. 

Orozco-Estrada vive actualmente en Viena, Austria.

 

Filarmónica Joven de Colombia

Creada en 2010 por la Fundación Bolívar Davivienda, la Filarmónica Joven de Colombia se ha convertido en un ícono en el país y la región. En su trayectoria ha realizado más de 100 conciertos en 16 ciudades locales, Brasil y Estados Unidos. Ha sido protagonista en el programa académico central del Festival de Música de Cartagena y ha realizado giras internacionales, incluyendo presentaciones en ciudades como Sao Paulo, Sertaozinho, Campos de Jordao y Miami. 

Filarmónica Joven de Colombia es un proyecto social privado, liderado por la Fundación Bolívar Davivienda, en su interés de promover la cultura y apoyar la construcción de proyectos de vida artística de más de 250 mil jóvenes músicos en el país. Es una iniciativa social única en Colombia y se esfuerza por ser un símbolo prominente de la cultura musical nacional en el extranjero.

La calidad del proyecto ha crecido de manera significativa, debido a sus altas aspiraciones artísticas y las múltiples alianzas establecidas con instituciones internacionales, como la Orquesta Juvenil de las Américas (YOA), Orquesta Filarmónica de Viena, Mahler Chamber Orchestra, la Orquesta de los Campos Elíseos, la Escuela Superior de Música Reina Sofía, y hoy, con la Sinfónica de Houston.

 

Fundación Bolívar Davivienda

Es la manifestación del compromiso filantrópico del Grupo Empresarial Bolívar, grupo que tiene 73 años de trayectoria construyendo confianza y una sólida reputación en diversos sectores del mercado en Colombia, Centroamérica y Miami. Fundación Bolívar Davivienda promueve actividades que contribuyen al desarrollo social de las comunidades donde el Grupo Bolívar participa, alineada con sus estrategias de Responsabilidad Social Empresarial. La Fundación fomenta el bienestar de los jóvenes en Colombia, con una visión hacia las generaciones futuras, enfocada hacia el desarrollo de capacidades como el principal agente para el fortalecimiento de los proyectos sociales.