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PROGRAMA

 

» Niklas Sivelöv — Divertimento · Estreno mundial
» Robert Schumann — Konzertstück (Concertino) para cuatro cornos
» Blas Emilio Atehortúa — Divertimento a la manera de Mozart
» Wolfgang Amadeus Mozart — Sinfonía n.º 41 «Júpiter»

ESTRENO MUNDIAL DE «DIVERTIMENTO» DE NIKLAS SIVELÖV

Orquesta Filarmónica de Bogotá
Director: Joachim Gustafsson

40 años de cooperación por la música entre la Orquesta Filarmónica de Bogotá y el Auditorio León de Greiff UNAL

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La imponente sinfonía «Júpiter» de Mozart (Sinfonía n.º 41) en una interpretación fuera de este mundo, junto con el estreno de la obra del pianista y compositor sueco Niklas Sivelöv: Divertimiento, tuvieron lugar en este concierto.

 

 

NOTAS AL PROGRAMA


Por: Carolina Conti

A Niklas Sivelöv lo conocemos como pianista, pero hoy tenemos la oportunidad de aproximarnos a su faceta de compositor. Desde hace varios años el músico sueco ha sido invitado con frecuencia a tocar con la Filarmónica de Bogotá algunos de los conciertos para piano más relevantes de la historia de la música. También con la Orquesta grabó recientemente dos de los conciertos para piano de Beethoven, que se suman a su amplio catálogo de grabaciones con los más conocidos sellos discográficos, muchas de las cuales han sido reconocidas con premios como Diapason d’Or, Chok y Penguin Rosette. Sivelöv nació en 1968 en Estocolmo, Suecia, se formó en la Real Escuela de Música de su ciudad (donde es profesor actualmente) y más adelante en Helsinki, Bucarest y Londres. Reconocido y premiado pianista, domina el arte de la improvisación y cuenta con un amplio repertorio que abarca desde el barroco hasta el jazz de nuestro tiempo. Su interpretación ha sido aplaudida por su temperamento artístico, impecable técnica y su presencia en escena.

Como compositor, Sivelöv se define a sí mismo como un creador de puentes y como parte de una tradición viva. Su catálogo de obras incluye seis sinfonías, seis conciertos para piano, 24 preludios para piano y varias piezas de música de cámara. El concierto de hoy se inicia con el estreno mundial de su Divertimento para orquesta. Sobre la obra Sivelöv dice lo siguiente: “El Divertimento para orquesta fue escrito en 2022 y se basa en parte en una obra anterior, un trío de cuerdas, también con el título Divertimento. Después de la Sexta Sinfonía, Autunno di Ferro, que está inspirada en gran medida por una sensación de aislamiento y las circunstancias especiales del mundo en ese momento, quería escribir algo en un estilo similar al de mi Tercera Sinfonía o al de mi Primer Concierto para piano, de humor extrovertido, utilizando una especie de estilo neoclásico con mucha energía y virtuosismo. Esperando que esta fuera mi séptima sinfonía, durante el proceso de composición, me di cuenta de que encajaría mejor como complemento del trío de cuerda anterior. La pieza tiene cuatro movimientos, cada uno con un esquema similar en cuanto a tiempos y carácter, como una sinfonía clásica. La intención principal es entretener, y el ambiente de alegría, e incluso humorístico en general, solo se rompe ocasionalmente con la aparición de algunas nubes dispersas, como si rompieran el cielo azul del verano”.

En 1849 Robert Schumann tenía 39 años. En ese momento Alemania vivía turbulentos acontecimientos políticos. Sin embargo, fue un año muy productivo para el compositor romántico. Piezas para piano a dos y cuatro manos, obras concertantes, de cámara para diferentes instrumentos, canciones, obras corales con y sin orquesta surgieron en esa época. En carta a su amigo Ferdinand Hiller escribió: “He estado trabajando mucho todo este tiempo… Es mi año más productivo. Como si las tormentas del mundo exterior empujaran al hombre hacia su interior he encontrado un contrapeso a los terribles acontecimientos que hemos presenciado”. También según sus propias palabras, se le ocurrió ‘algo muy extraño’: la Pieza de concierto para cuatro cornos y orquesta en Fa Mayor op. 86.

La obra es realmente extraña si consideramos que el corno no era en la época un instrumento solista, si bien en ese momento había tenido una interesante evolución. Asociado a las bandas militares del siglo XVIII y a la cacería, el corno o trompa, contaba ahora con válvulas que permitían producir toda la escala cromática y así ampliaba las posibilidades técnicas y expresivas del instrumento. Schumann reveló toda una gama de colores sonoros en esta obra en la que el grupo de los cuatro solistas se asimila a un cuarteto de cuerdas que, a su vez, dialoga con la orquesta como en la forma del concerto grosso del barroco. El interés de Schumann por el instrumento se evidencia en otras obras como el Adagio y allegro op. 70 para corno y piano y las Cinco canciones de caza op. 137 para cuatro cornos y coro masculino creadas en el mismo año de 1849.

La vida de Blas Emilio Atehortúa estuvo dedicada a la música ya fuera como compositor, director, profesor o arreglista. Sus más de 300 obras son el resultado de un largo camino de investigación y formación recorrido con inteligencia, curiosidad y sensibilidad. Parte fundamental de su formación la obtuvo en Buenos Aires en el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales del Instituto Torcuato di Tella con Alberto Ginastera y bajo el liderazgo de compositores como Aaron Copland, Luigi Dallapiccola, Iannis Xennakis, Cristóbal Halffter y Bruno Maderna. Consciente de la universalidad de la música, su obra abarca diversas formas y tendencias. Exploró la música electroacústica, compuso obras para cine y televisión e hizo numerosos arreglos de obras del repertorio popular colombiano.

En toda su obra se evidencia el profundo conocimiento que tenía de la historia de la música, lo que fue fundamental en la búsqueda de su propio estilo. Atehortúa rindió homenaje a los grandes compositores de la historia en obras como las Cinco piezas a Béla Bartók, Op. 104, Soggetto da Vivaldi, Op. 71, Suite preclásica en homenaje a Telemann, Op. 127, Homenaje a Girolamo Frescobaldi, Op. 128, las Cuatro piezas para vientos sobre un tema de Giovanni Gabrieli, Op. 118 o los dos Pastiches op. 56, en el estilo de Vivaldi y de Haydn. También en la obra que hoy escuchamos: Divertimento a la manera de Mozart op. 43, originalmente un dúo para flauta y violín, que después reescribió para orquesta. Al igual que otras obras de su autoría la estrenó con la Orquesta Colombiana de Arcos que fundó él mismo en 1969 junto a los violinistas Gustavo Kolbe y Mauricio Cristancho y al violista Ernesto Díaz. La obra es un homenaje al compositor austríaco del clasicismo y a su magistral obra.

El divertimento, término italiano que podemos fácilmente traducir al español, hace referencia en música a una forma creada con el propósito de divertir. A Wolfgang Amadeus Mozart debemos magníficos ejemplos de divertimentos que hacen parte de su invaluable legado musical. Su obra abarca prácticamente todos los géneros de su época. En el campo sinfónico compuso 41 sinfonías. Las tres últimas se consideran el punto climático en su producción así como un punto clave en la historia del género. No está del todo claro el propósito que tuvo al componerlas o si las pudo escuchar en vida. Los musicólogos e historiadores tienen muchos interrogantes en torno a estas obras maestras que han generado leyendas sobre los motivos existenciales y filosóficos que tuvo el compositor para su creación.

Al parecer, la realidad es mucho menos poética. En 1788 los gustos del público estaban cambiando y Mozart necesitaba generar ingresos. En esos meses escribió varias cartas pidiendo ayuda económica a su amigo Michael Puchberg y esperaba recuperarse con una serie de conciertos por suscripción. Se sabe que compuso las tres obras en un lapso de ocho semanas durante el verano de 1788. La última de ellas es la Sinfonía n. 41 en do mayor K. 551. La terminó el 10 de agosto, tal como aparece escrito por él mismo en la partitura. Se conoce hoy como Júpiter, pero el nombre no es de Mozart. A comienzos del siglo XIX se conocía como la Sinfonía con el final fugado por la fuga extendida en el último movimiento, un rasgo único hasta entonces en la historia de este estilo de composición. La obra, que goza de enorme popularidad, está construida en los cuatro movimientos habituales que Mozart elabora con claridad y precisión, con temas melódicos de profunda expresividad y una orquestación brillante que alterna los grupos instrumentales de manera magistral.

 

Joachim Gustafsson – Director titular

Reconocido como uno de los directores escandinavos más versátiles de su generación, Joachim Gustafsson hizo su debut con la Filarmónica de Bogo- tá en 2012 y fue invitado de manera permanente por la Orquesta hasta su nombramiento como Director Musical Titular en julio de 2021. Es también Director Artístico de la Orquesta Sinfónica de Boras y del Festival Internacional de Música Tommie Haglund en Suecia.

Entre las orquestas que ha dirigido se encuentran las sinfónicas de Gotemburgo y Malmö, la Royal Stockholm Philharmonic, la Filarmónica de Copenhague, la Filar- mónica Juvenil de Bogotá, la Orquesta de Cámara Nórdica, la Orquesta de la Ópera de Gotemburgo y la Orquesta de Vientos de Gotemburgo, para solo mencionar algunas.

Joachim Gustafsson ha realizado grabaciones para el sello BIS y uno de sus más recientes lanzamientos al lado de Orquesta Sinfónica de Malmö estuvo dedicado a la música del compositor danés Tommie Haglund.

Además, es director invitado permanente de la Ópera Nacional Danesa. En 2014 dirigió el estreno mundial y grabó para el sello Da Capo la ópera “El Retrato de Dorian Gray”, del compositor danés Agerfeldt Olesen. Para Da Capo grabó en 2019 con la Ópera Nacional Danesa la obra “Cleopatra” del compositor italo-danés Au- gust Enna y las sinfonías completas de compositores posrománticos como Victor Bendix.

Como director y violinista, Gustafsson ha realizado el estreno de más de 200 pie- zas, entre las que se destacan las de Tommie Haglund, de cuyas obras ha sido alta- mente partícipe desde 1991. En 2023 se destacó el lanzamiento del “Concierto para piano” de Tommie Haglund con la Orquesta Sinfónica de Gothenburg.

Es profesor invitado de Dirección Orquestal en el Conservatorio Real Danés en Copenhagen y uno de los mentores en el proyecto “Dirigent”, cuyo propósito es multiplicar las oportunidades artísticas para las mujeres directoras.

Fue ganador del AICE Jugend und Musik en Viena en 1988 y estudió dirección con los profesores Karl Österreicher y Omar Suitner en Viena. Otros de sus mentores fueron Sixten Ehrling, Siegfred Köhler, Leif Segerstam y Okko Kamu.
Con la Filarmónica de Bogotá grabó los conciertos para piano de Beethoven con Niklas Sivelöv como solista; y en 2022 en el Festival Tommie Haglund en Suecia, dirigió todas sus presentaciones como agrupación invitada.

 

Ensamble de cornos Filarmónica de Bogotá

El ensamble de cornos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá fue creado en 2020 con el objetivo de destacar y aprovechar la capacidad artística de sus integrantes.

Conformado por los maestros Jorge Mejía, Kevin López, Deicy Restrepo y Gabriel Betancur, miembros de la Filarmónica de Bogotá, esta agrupación ofrece concier- tos en diferentes escenarios de la ciudad con la finalidad de destacar el corno fran- cés o trompa, su historia, evolución, papel preponderante dentro de la orquesta y tipos de música que se pueden interpretar con él.

En el concierto que se realizó, el Ensamble interpretó una pieza de concierto para cuatro cornos de Schumann, compositor que reveló toda una gama de colores sonoros en esta obra, hábilmente explorados por el grupo.

El Ensamble de cornos de la Filarmónica de Bogotá es una agrupación que se integra para ampliar el panorama de la música de cámara de la ciudad y empoderar el papel del corno como instrumento imprescindible en las orquestas por su sonido único y versátil.

 

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Notas cortesía de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

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