NOTAS AL PROGRAMA

Por: CAROLINA CONTI

“Para mí, Enescu seguirá siendo una de las verdaderas maravillas del mundo. (…) Sus fuertes raíces y su espíritu noble provienen de su propio país, un país sin igual en belleza”. Esto decía el violinista Yehudi Menuhin de su maestro, George Enescu, una brillante personalidad del siglo XX y la principal figura musical de Rumania. Enescu nació el 19 de agosto de 1881 en Liveni, al norte del país. A los cuatro años empezó a tocar el violín, a los seis comenzó a componer y a los ocho fue admitido en el conservatorio de Viena donde estudió violín con Josef Hellmesberger. Después, en París, se acercó al piano y a la composición con Jules Massenet y Gabriel Fauré. Allí Maurice Ravel, Florent Schmitt y Charles Koechlin fueron algunos de sus compañeros de estudio.

Uno de los más importantes violinistas del siglo XX, Enescu recorrió el mundo, antes de la Primera Guerra Mundial, dando conciertos y recitales acompañado en algunas ocasiones por Béla Bartók, Alfred Cortot, Clara Haskil y David Oistrakh. Como profesor, fue maestro de famosos intérpretes como Christian Ferras, Ivry Gitlis, Ida Haendel y Arthur Grumiaux, además de Yehudi Menuhin. Un hombre curioso, inquieto y apasionado por la música, también fue un importante director de orquesta. En su país fundó la orquesta sinfónica, la compañía nacional de ópera y promovió la creación musical con el Premio Enescu para compositores. Como era de esperarse tenía un amplio y profundo conocimiento de la música, lo que tuvo un impacto contundente en su obra.

En sus composiciones encontramos diversas técnicas y expresiones, como el estilo clásico, el romanticismo francés y alemán, las tonadas populares rumanas o elementos de las vanguardias. Sus obras más conocidas datan de su juventud. En 1901, cuando tenía 19 años, compuso las “Rapsodias Rumanas op. 11”. Si bien el material melódico de estas obras es la música popular, Enescu tuvo como modelo las “Rapsodias húngaras” de Liszt. El concierto de hoy inicia con la primera de estas rapsodias, una obra de gran vitalidad, energía y colorido orquestal que muestra la voz nacionalista del compositor.

El compositor danés Launy Grøndahl nació en Ordrup, al norte de Copenhague, el 30 de junio de 1886 y murió en la capital danesa el 21 de enero de 1960. Aprendió a tocar el violín y la trompeta y tocaba en una banda de restaurante en la ciudad costera de Skodsborg. En 1906 Grøndahl fue aceptado como violinista de la Orquesta del Casino de Copenhague y continuó paralelamente sus estudios con Axel Gade, hijo del compositor Niels Gade. A partir de 1919 trabajó como violinista independiente tocando en las mejores orquestas, y en ensambles como el del zoológico de la ciudad que tenía una excelente calidad musical. También estudió en Viena y París.

Su principal actividad musical la llevó a cabo como director de la Corporación Danesa de Radiodifusión desde la que promovió e hizo grabaciones de la música de compositores daneses. Como compositor escribió obras orquestales, canciones, música de cámara y para piano, así como un concierto para fagot y violín. Su obra más conocida es el “Concierto para trombón y orquesta”, un instrumento que cuenta con un repertorio limitado como solista debido en gran parte a la dificultad en su interpretación.

El origen de esta obra se remonta a 1924, cuando Grøndahl recibió una beca de la Asociación Orquestal de Copenhague con el apoyo de Carl Nielsen y del director de la Orquesta Real Danesa, Georg Høeberg. El reconocimiento fue muy estimulante y la primera obra que compuso fue el “Concierto para trombón”, una obra conservadora si se tiene en cuenta que en el momento de su creación predominaba en Europa la búsqueda de nuevas sonoridades. Grøndahl lo dedicó a Vilhelm Aarkrogh, trombonista solista de la Capilla Real durante muchos años y miembro destacado de la orquesta del zoológico. Su estilo está influenciado por su contemporáneo Nielsen y por la tradición romántica de compositores como Mendelssohn y Gade.

Solo algunos años mayor que Enescu, el checo Joseph Suk fue también un gran violinista y gracias a eso tuvo oportunidad de viajar por toda Europa y conocer las tendencias musicales de diferentes países. Durante sus años en el Conservatorio de Praga, fue el discípulo favorito de Antón Dvorák quien fue su mentor, amigo y también su suegro. Como era de esperarse, Dvorák fue la influencia dominante en sus inicios como compositor. Más adelante su propuesta evolucionó hacia un lenguaje en el estilo del romanticismo tardío y finalmente hacia un complejo sonido muy personal.

Contemporáneo de Leos Janacek y Vítězslav Novak, Josef Suk fue considerado como un líder de la música en su país durante su vida. El compositor checo exploró diversos géneros como la música de cámara para diferentes combinaciones instrumentales, la música para piano, el repertorio vocal, pero son sus obras orquestales como su “Serenata para cuerdas en mi bemol op. 6”, de 1892; o su “Sinfonía Asrael en do menor op. 27”, las que han trascendido en el tiempo. Suk asumió la forma de la sinfonía tras el éxito de su “Serenata para cuerdas”. La “Sinfonía n.1 en mi mayor op.14” la compuso entre 1897 y 1899. La obra está construida en cuatro movimientos que el autor desarrolla de manera muy personal con un estilo que se mueve entre lo romántico y lo moderno.

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Textos cortesía de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ, TROMBÓN (VENEZUELA)

Es uno de los músicos más versátiles de su generación por su habilidad en los múltiples géneros musicales: clásico, latino, pop, jazz y música folclórica. Proveniente de una familia de numerosos trombonistas, comienza sus estudios del instrumento con su padre, Ángel Sánchez; y conjuntamente en el Conservatorio Juan José Landaeta y en el Conservatorio Itinerante Carlos Alegría Beracasa, con el legendario Michel Becquet.

Más adelante ingresa en el Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM), en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Instituto Pedagógico de Caracas) y finaliza su proceso de formación en París, Francia, en el Conservatorio Superior de París (CNR) con el maestro Jacques Mauger obteniendo mención ‘Tres Bien’ a la unanimidad del jurado.

Como docente ha impartido clases en el Conservatorio de Música Simón Bolívar, en la Universidad Nacional Experimental de las Artes, y ha sido profesor en el Sistema Nacional de Orquesta Juveniles e Infantiles de Venezuela; además de fundador de la Academia Latinoamericana de Trombones en Caracas, Venezuela.

Recientemente, Miguel Ángel Sánchez finalizó un diplomado en Dirección Orquestal con el maestro Emmanuel Siffert, en la Universidad Nacional de San Juan-Argentina y una maestría en Didáctica y Pedagogía de la enseñanza musical en TECH Universidad Tecnológica. Actualmente se desempeña como Trombón asistente de la Orquesta filarmónica de Bogotá.

Como solista se ha presentado en Europa, Norteamérica y Suramérica, ha participado en Festivales importantes como La ITA (Internacional Trombón Asociación), Epsival (Francia) Festival de Brass Kids en Jena (Alemania), Slide Factory (Holanda) Low Brass (Perú) Asociación Colombiana de Trombonistas (Colombia) Tourbone (Chile) y Trombonanza (Argentina), entre otros.

Fue trombonista principal en la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, la Orquesta Sinfónica de Venezuela, la Orquesta Francais Alberic Manard, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de San Juan – Argentina, la Sinfónica de Los Llanos, el Ensamble de Metales Simón Bolívar, el Ensamble Sure Mesure, y el International Trombon Quartet.

Fue ganador del Concurso de música y arte dramática “Leopold Bellan”, en 2021, en París, Francia; y en 2023 le otorgaron el premio “Bravo” como mejor artista clásico y primer exponente de Sur América en obtenerlo y por eso se presentó en el Teatro de Bolshoi (Moscú).

Desde hace unos años, Miguel Sánchez emprendió una gran labor importante concentrada en rescatar y valorar la música Latinoamericana, como también el desarrollo pedagógico en niños y jóvenes a través de sus charlas y conferencias motivacionales que imparte en instituciones educativas, conservatorios y universidades.
En su discografía cuenta con su primer álbum “Altura Santa”, en el que está acompañado por el Ensamble Venezolaneando (música folclórica venezolana); una segunda producción discográfica titulada “Contrastes”, con el Ensamble Caracas Trombón Project; también publicó “Contemplación (música de Mundo)” y actualmente trabaja en su cuarto disco titulado “Nostalgia”, música Latinoamérica para trombón y piano.

Desde el 2011 es artista exclusivo de la Marca Francesa Antoine Courtois de la prestigiosa casa Buffet Group.

CHUHEI IWASAKI, DIRECCIÓN DE ORQUESTA (JAPÓN)

Es uno de los directores más solicitados de su generación. Desde la temporada 2021/2022 es el director titular de la Filarmónica de Pilsen, con la que, además de los conciertos por suscripción, actúa regularmente en giras nacionales y extranjeras.

En escenarios de conciertos ha dirigido muchas otras orquestas nacionales y extranjeras de renombre (Orquesta Filarmónica de Málaga, Arthur Rubinstein Philharmonic Łódź, Orquesta Filarmónica de Bogotá, PKF-Prague Philharmonic, Brno Philharmonic, Janáček Philharmonic Ostrava, Košice State Philharmonic, Orquesta Sinfónica de la Radio Checa y Orquesta Hyogo PAC, entre otras agrupaciones).

Las importantes colaboraciones operísticas de Chuhei Iwasaki incluyen sus actuaciones en la Ópera de Pilsen, el Teatro Nacional de Moravia-Silesia en Ostrava y un musical en el Teatro Musical de Karlín.

También son importantes las grabaciones para la Radio Checa y los álbumes para el sello ARS Produktion. Además ha realizado registros con obras de Akira Ifukube, Leoš Janáček y Ermann Wolf-Ferrari (estos títulos fueron nominados al premio Opus Klassik). La lista de grabaciones de la Radio Checa incluye obras de todas las épocas estilísticas, por ejemplo, las sinfonías completas de J. V. Tomášek, las exóticas sinfonías de Jan Kubelík, el Carnaval de Dvořák, Šehrezád Rimský-Korsakov y la Suite Carmen de Rodion Ščedrin.

También se dedica muy intensamente a grabaciones de obras de autores del Siglo XX (“Sinfonías n.° 3” y “Sinfonía n.° 10” de Jan Kapr) y de músicos contemporáneos como Slavomír Hořínka, Daniel Chudovský y Tomáš Ille.

Nació en Tokio, estudió violín en el Conservatorio Toho Gakuen de esta población y luego se inclinó por la composición y dirección en el Conservatorio de Praga. La actividad como director la desarrolla de manera constante desde 2012, y ha perfeccionado su habilidad en la Academia de Artes Escénicas de Praga.