Renacimiento francés

El Arte del Renacimiento francés (siglos XV y XVI) es una adaptación del Renacimiento italiano, combinando influencias clásicas con tradiciones góticas locales. Se caracteriza por su enfoque en la armonía, simetría y la celebración del individuo, impulsado por el mecenazgo real y el contacto con Italia tras las guerras italianas.
 
Aspectos más importantes:
 
– Arquitectura: Castillos como Chambord y Chenonceau, con fachadas simétricas, columnas clásicas y techos empinados.
– Pintura: Inspirada en Leonardo da Vinci (invitado por Francisco I), con retratos realistas y temas mitológicos. Destacan Jean Clouet y François Clouet.
– Escultura: Detalle anatómico y expresividad, con artistas como Jean Goujon.
– Literatura y Humanismo: Rabelais y Montaigne reflejan el interés por el pensamiento clásico.
– Mecenazgo real: Francisco I impulsó el arte, atrayendo a artistas italianos y promoviendo la construcción del Palacio de Fontainebleau.
 
Este período sentó las bases para el clasicismo francés posterior.