Instalación artística de la Ruiseñora Andrea Echeverri Arias y Aterciopelados con cerámicas de Andrea Echeverri.

Invitadas La Muchacha y Dayra Benavides – Joyas Blandas.

Tres canciones antiviolación, junto a Vivir Quintana, Las Añez y La Muchacha.

  • Video Ovarios de Dorsal caracteres y Tastuanarte.
  • Video Plañidera de Diana Rico.
  • Video No se viola, de Juan Andrés Moreno y Antonio Mariño.

Exposición comisionada y producida por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia.

Curaduría de María Belén Sáez de Ibarra.

Cómo llegar

Claustro de San Agustín de la Universidad Nacional de Colombia

Durante la exposición habrá registro fotográfico ocasional. Las fotografías se manejarán de acuerdo con la Ley 1581 de 2012 de Protección de Datos Personales, y la Política de Tratamiento de Datos Personales de la Universidad Nacional de Colombia.

Entrada libre. Se pedirá carné de vacunación en la entrada, de acuerdo con el Decreto 076 de 2022 de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Programe su visita para grupos aquí, mínimo con tres días de anticipación, de acuerdo con el horario de visitas.

Recuerde seguir todos los protocolos de bioseguridad. Para mayor información, .

Un canto de sororidad por las víctimas de la violencia sexual en Colombia

Los invitamos a ver los videos Ovarios, No se viola y Plañidera a través la redes de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia y del grupo Aterciopelados, con los hashtags #Aterciopelados #OvariosCalvarios #NoSeViola #25N #NiUnaMenos #Ovarios #Plañidera #ClaustroSanAgustin.

Nunca más ultrajada ninguna mujer
Sus vulvas intactas, dueñas de su placer
Nunca más a la fuerza, obligadas a nada
Solo por mutuo placer, ser penetradas

Canción «Ovarios». Andrea Echeverri feat. Vivir Quintana.

Para conmemorar los 40 años del Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer, la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, la Ruiseñora Andrea Echeverri Arias y el grupo Aterciopelados presentan la exposición Ovarios Calvarios en el Claustro de San Agustín. Una acción de resistencia donde la delicadeza de la cerámica de Andrea Echeverri se une a tres poderosas canciones, Ovarios, No se viola y Plañidera, para transformarse en rostros, cuerpos, tetas, vaginas, consignas, lágrimas, espejos, música, videos y denuncia. Un homenaje a las mujeres víctimas de violencia sexual, un acto de sororidad para recordar y abrazar a Jineth, a Rosa Elvira, a Yuliana, a Allison, a Salomé, a Laura, a María Jovita, Ángela, Maritza, Camila, la manifestante, la patrullera, la niña embera y todas las mujeres que han sido violentadas sexualmente. Con curaduría de María Belén Sáez de Ibarra y la música de Aterciopelados acompañada de las voces de las cantantes y activistas Andrea Echeverri, La Muchacha, Las Añez y la cantautora mexicana Vivir Quintana, esta exposición estará abierta al público hasta el 29 de mayo de 2022.

La artista quiso trabajar este tema tan violento, a través de la técnica de la cerámica, un material supremamente delicado, frágil. Algunas piezas expuestas se rompieron en el proceso, y fueron integradas para mantenerles su razón de ser como metáfora de reconstrucción y resiliencia. La cerámica es tan frágil como lo es la psiquis, la piel y los órganos. Las heridas de la violencia sexual no se superan y la cerámica queda rota para siempre. Todo el proyecto es delicado: la voz, los sonidos, la cerámica. Los cantos, y especialmente la voz de Andrea, es caricia; la música, con la fusión de Héctor, es compañía y acción de memoria.

María Belén Sáez de Ibarra, curadora.

Ovarios calvarios es una visita al mundo creativo de Aterciopelados, dispuesto para aliviar un trauma colectivo que no es visible, que no tiene rostro ni nombre, que se mantiene silente para y por muchos. A través de las delicadas creaciones de cerámica de Andrea Echeverri, los personajes que ella ha creado de sí misma, música, videos, vestuarios e imágenes, se construye una puesta en escena barroca donde el estilo dulce, colorido y pop de Aterciopelados acoge con un flagelo tan duro como la violación. Acompañados de las potentes voces de cantantes activistas como La Muchacha, Vivir Quintana y Las Añez, Aterciopelados presenta tres nuevas canciones que rinden homenaje a la valentía de esas mujeres que se han atrevido a denunciar y ayuda a visibilizar uno de los crímenes más terribles contra la mujer.

No se viola, no se viola
No se viola ¡no!
No se penetra a la fuerza en el nido divino
Respetico, por ahí todos nacimos
(…) Mi cuerpo no es un botín
Tu miembro no es un fusil

Canción «No se viola». Andrea Echeverri feat. La Muchacha.

Estampadas en la entrada, un coro de vaginas recuerdan al unísono que ¡No se viola! y preparan al visitante para un recorrido por un espacio que es denuncia y es amor. Al interior la cerámica expresiva de las creaciones de Andrea Echeverri, que resalta la cultura popular colombiana, se toman el primer piso del Claustro de San Agustín. Una muestra enmarcada por ocho rostros gigantes que erigen su dignidad y su dolor en las paredes de la primera sala. Ocho caras que observan atentamente al espectador, mientras lloran lágrimas de colores. Y aquí las lágrimas salen también de las vaginas, de las tetas y se transforman en fluido corporal, fuente de vida y también de dolor, de emociones y juntanza: «Trabajo las lágrimas con el concepto de la plañidera, porque yo no quiero que bailemos sino que juntas chillemos», explica Andrea Echeverri.

Escribí las canciones y empecé a construir rostros llorando. Plañideras derramando gotas de llanto. Luego vinieron cuerpos, gotas de sangre que fluyen de vulvas con clítoris dorados, gotas de leche que brotan de tetas color tierra. Todo chorrea, derrama, llora. Las vulvas son espejos, así que te ves como naciendo, y llevan nombres de niñas y mujeres víctimas de violencia sexual. Y los letreros, pedazos de lírica de estas mismas canciones, palabras quemadas al fuego y esmaltadas con rojo brillante, reiterando que "mi cuerpo no es un botín, tu miembro no es un fusil.

Andrea Echeverri

Foto: © Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, Ovarios Calvarios, 2021.

Estas ocho caras se acomodan junto a dos cuerpos y 20 vaginas que también son espejos, para mirarnos y recordarnos que todos somos parte de ellas porque nacimos de ese lugar sagrado, frágil, divino, dador de vida, de amor y placer. Y aquí Andrea subraya: «Mi teoría es que cómo usted puede violar el mismo lugar por el que entró, ese lugar que le dio vida no debe ser violentado». Estas vaginas van enmarcadas con los nombres en rojo de muchas víctimas, y frases que recuerdan que todos somos cada una de ellas, Igualmente, se expone una exquisita vajilla creada por La Muchacha, donde con ilustraciones se habla de las heridas y el respeto de la manada sorora. Así, este sala se convierte también en celebración femenina, un espacio cálido y afectivo que busca acompañar y dar consuelo.

 

Esta sinfonía lacrimógena se extiende a la segunda sala, donde las vaginas se enfilan junto a varias pantallas que proyectan los videos de las canciones y a piezas construidas a partir de sus enérgicas letras. En Ovarios, junto a la mexicana Vivir Quintana, se eleva el conjuro de «ser de quien ya nunca más se aprovechará el macho abusivo», un aullido furioso por respeto a la vagina, en un video creado por Dorsal caracteres y Tastuanarte. Mientras en Plañidera, Aterciopelados y Las Añez recuerdan «que no es campo de batalla el cuerpo femenino», con la creación audiovisual de Diana Rico. Y como en un ritual ardiente se une La Muchacha en No se viola, con video de Juan Andrés Moreno y Antonio Mariño. Una sala de introspección, para ver, escuchar y sentir, donde también se muestran algunos vestuarios de Joyas Blandas y donde Dayra Benavides, tres veces ganadora del mejor traje del Carnaval de Blancos y Negros de Pasto, exhibe su sombrero Nube Tormentosa, su máscara Útero y su Top Multitetas.

 

«Allí también se levanta una entidad femenina compuesta por muchos senos que emanan leche, una entidad poderosa, dadora de alimento, de fertilidad y de fuerza, que evoca un orden de lo sagrado, donde la vida se cuida, se ama; donde la violencia se considera un lugar opaco, sin conciencia. Estamos en una sociedad donde la violencia aumenta y la violencia sexual empieza por las casa y las familias y continúa en todos los espacios, especialmente en la guerra, escalada a dimensiones inimaginables, de las que nadie habla y que toca desde los niños y las niñas, con una crueldad que ha roto todos los límites de la humanidad», explica María Belén Sáez de Ibarra.

Ovarios Calvarios es un abrazo a todas esas mujeres que en algún momento fueron violentadas sexualmente. Nombres que tenemos que nombrar para devolverles su dignidad:

A Jineth Bedoya; a Rosa Elvira Cely; a Yuliana Samboní; a Allison Meléndez; a la niña embera katío; a Claudia Morales; a Viviana Vargas; a Vanessa Restrepo; a Alejandra Omaña y Angie Castellanos; a Adriana; a Doña María; a la niña Salomé; a Jimena la universitaria; a Maura Alejandra; a Laura; a Maritza; a Camila; a la niña Sofía; a Dayana; a María y a Ángela, de Tumaco; a Diana Fernanda; a Manary Figueroa y su madre Yinérida; a Sandra del Vichada; a Maritza la militar; a la periodista Camila; a la paciente Laura; a Juanita la estudiante; a la manifestante; a la patrullera; a los niños y niñas de los refugios familiares; a las 337 mujeres desplazadas y a las 135 campesinas, violentadas sexualmente. Casos que fueron noticia y que representan a muchos otros que guardan su historia fuera de los tabloides*.

*Estos nombres fueron tomados de casos debidamente registrados por el Colectivo Vestigios.

Sobre la artista

Andrea Echeverri

Ceramista de profesión, feminista cantante, activista antibélica, ruiseñora, sudamericana rockera. Como cantante y compositora ha trabajado en el ambiente musical desde los 90s y junto con Héctor Buitrago crearon la emblemática banda de rock colombiano Aterciopelados. En su trayectoria musical ha construido una propuesta única y rebelde, que representa la independencia alternativa. Canciones explosivas de pura esencia, de no apariencia, que reflejan a Colombia, la cuentan, lloran luctuosas por ella y se la imaginan mejor. Aterciopelados construye un lugar femenino, poderoso y estético desde lo lúdico, mágico y creativo. Muchas nominaciones, premios, listados y tres Grammys son un pálido reflejo de 30 años de aventuras y viajes, búsquedas y grandes hallazgos. Cuenta con tres álbumes como solista.

Como ceramista ha participado en la Bienal de Arte de La Habana, Cuba (1994), la Bienal de Arte del MAMBO, Bogotá (1995), exposición individual en el marco de la FIL, en el Centro Cultural Diana en Guadalajara, México (2007), Retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, Colombia (2008). A finales de 2012, una de sus obras fue llevada al Museo de Antioquia para ser parte de un diálogo entre cerámica contemporánea y cerámica precolombina. Participó en la exposición del Museo Nacional El barro tiene voz (2013) y con su exposición Ruiseñora, Fuego y Canto expuso en el Museo de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2014), el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga (2015) y la Casa de la Música de la Fundación EPM, Medellín (2016).

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