NOTAS AL PROGRAMA

Por Ellie Anne Duque

Johann Strauss (1825 – 1899)
Josef Strauss (1827 – 1870)

Johann Strauss, aclamado como el “rey del vals”, fue el segundo de una destacada dinastía de compositores vieneses y revolucionó la música popular a mediados del siglo XIX. El padre del “rey” había diseminado el vals y la polca en las tabernas de la ciudad y en los “jardines de cerveza” y suya es la muy popular “Marcha Radetsky”; al hijo le correspondió llevar estos aires y (otros componentes de la cuadrilla) a la corte y a la fama mundial.

Strauss vivió y representó lo que, en apariencias, fue el período más próspero y de mayor brillo de la monarquía de los Habsburgos, aunque las lenguas subversivas de la época aseguraban que el prestigio del emperador Francisco José I, dependía, más bien, de la fama del compositor.

Llevó el vals vienés a su perfección clásica con su característico ritmo vivaz conjugado con pasajes líricos y melodías amplias y hermosas. El ingenio de Strauss logra disimular la monotonía del ritmo ternario, propio del vals. En cuanto a lo formal, conservó el patrón establecido por su padre: introducciones lentas seguidas por hasta cinco secciones diferentes. Algunas secciones (en especial la introducción) son de carácter descriptivo, no solo en lo geográfico y lo referente a la naturaleza, sino en lo anímico.

Compuso dos operetas cómicas de gran éxito: “El murciélago” y “Barón gitano”. Esta última comprende tres actos y contiene música inspirada en las tradiciones húngaras. Con mucha frecuencia se ejecutan los valses de esta la propuesta lírica, por su brillo, comicidad y alegría.

A través de sus múltiples viajes, Strauss hizo conocer su obra en el continente europeo y en Estados Unidos. Convirtió el vals y la polca en música de concierto sin perder su espíritu bailable. Logró el sueño de todo compositor de música popular y ligera de su época: escribir con auténtico genio e inspiración y ubicarse al lado de los clásicos. La dinastía de los Strauss se inmortalizó con el trabajo de dos hermanos: Johann y Josef Strauss. Hasta hace poco, se desconocía el ancestro judío de la familia Strauss, pues sus registros habían sido alterados durante la época del nazismo para impedir que su música fuera borrada de la memoria austríaca, si bien ningún gesto arbitrario y burocrático podría borrar sus melodías de la memoria musical del mundo.

Franz Lehár (1870 – 1948)

De origen austrohúngaro, Léhar fue un músico muy completo que brilló en el ambiente de la temprana música popular del Siglo XX, a través de la composición de piezas orquestales para el baile y de operetas con grandes canciones. Hizo el tránsito de la música para banda militar (encargada de ejecutar populares ‘one steps’ y ‘two steps’, derivadas de las marchas), al teatro musical, a la orquesta de salón de baile y la música para el cine.

Franz Lehár fue autor de inspiradas operetas cuya popularidad se estaba eclipsando. Nacieron en al segunda mitad del Siglo XIX como un género operático menor, que permitía la comedia, secciones habladas y el uso del repertorio popular para el baile. Su opereta de mayor éxito “La viuda alegre” (“Die lustige Witwe”), continúa apareciendo en cartelera en los grandes teatros de ópera del mundo, a manera de entretenimiento en medio del contenido dramático y trágico de la ópera convencional. Otros de los éxitos de Léhar fueron “Amor gitano”, “El conde de Luxemburgo”, “La Zarina”, “Paganini”, y “Giudita”.

Fue compositor, violinista, pianista y director. Su liderazgo frente a la banda de infantería del regimiento 26 de Austria, a partir de 1899 en Viena, le permitió darse a conocer en la capital del vals. Anteriormente había estado frente a las bandas de Losoncz, Pola, Trieste y Budapest. En Viena, triunfó con los valses “Oro y plata” (1902) y “Asklepios” (1901). Abandonó la carrera militar para dedicarse al teatro musical y el éxito le llegó pronto con el estreno de “La viuda alegre” en 1905, sobre un libreto original de Richard Heuberger adaptado por L. Stein y V. Leon. Fue tal el impacto de la obra que hubo un nuevo aire para el moribundo género.

Por: Juan Carlos Piedrahíta Betancourt

Wolfgang Amadeus Mozart (1756 – 1791)

Mozart era un apasionado de la danza y, de ahí, que haya dedicado varios años de su corta vida a la exploración de la música de baile. En diciembre de 1787, el ‘Genio de Salzburgo’, fue nombrado Compositor Imperial de Cámara y como tal tuvo la misión de ambientar las jornadas de baile en el Redoutensaal, el famoso salón vienés patrocinado por el Emperador y al que asistían personalidades de diversas clases sociales.

Las “Contradanzas de K. 609” fueron concebidas por Mozart para la temporada de carnaval de 1791, de acuerdo con el concepto de musicólogos, aunque en al menos dos casos se basaron en partituras ya existentes y estrenadas. La primera danza tiene su origen en el aria “Non più andrai”, que hace parte de “Las bodas de Fígaro”, estrenada en Viena cinco años antes, en 1786.

La quinta de las “Contradanzas de K. 609” se asume como una versión novedosa y alternativa de “Les filles malicieuses, K. 610”, creada, según se ha establecido, en 1783. Sin embargo, Mozart también empleó pasajes de “la Danza Alemana, K. 611”, para el desenlace de esta serie de obras musicales.

Rudolf Sieczyński (1879 – 1952)

En la actualidad, el reconocimiento del compositor austríaco con ancestro polaco Rudolf Sieczyński reposa sobre los logros conseguidos por su creación “Wien, du Stadt meiner Träume”, cuya traducción en español es “Viena, ciudad de mis sueños”, una canción con alcances insospechados tanto en el ámbito musical como en la industria cinematográfica.

Sieczyński es el responsable de la letra y la orquestación de esta obra que comenzó a ver la luz en 1914. A mediados de la década del 50, un par de años después de la muerte del compositor, se realizó una de las grabaciones más importantes de “Wien, du Stadt meiner Träume” y la responsable de su ejecución fue la soprano alemana Elisabeth Schwarzkopf (1915 – 2006), quien contó con el respaldo de una Orquesta Filarmónica dirigida por el rumano Otto Ackermann (1909 – 1960).

Edward Teschemacher, también conocido como Edward Lockton, tuvo la iniciativa de traducir a inglés esta pieza de Rudolf Sieczyński lo que ocasionó la conquista de los codiciados mercados de Inglaterra y Estados Unidos. Tanto fue la acogida que el tenor lírico y actor Richard Tauber interpretó esta partitura en la cinta “Heart’s Desire” (“El deseo del corazón”), en 1935.

“Wien, du Stadt meiner Träume” también hace parte de la banda sonora de la exitosa película “Eyes Wide Shut” (“Ojos bien cerrados”), protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, y dirigida por el estadounidense Stanley Kubrick.

SOBRE BETTY GARCÉS BEDOYA, SOPRANO (COLOMBIA)

La extraordinaria soprano Betty Garcés Bedoya radicada en Europa, es considerada en la actualidad una de las más destacadas sopranos colombianas. La artista nacida en Buenaventura, a orillas del Pacífico, es la primera afrocolombiana que desarrolla una reciente carrera como cantante lírica especializada en Lied, repertorio sinfónica, música de cámara y ópera a nivel internacional. 

Ha cantado en producciones de ópera, conciertos y recitales en escenarios como el Parco de la Música de Roma, el Teatro Real de Madrid, la Gulbenkian en Lisboa, el Prince Mahidol Hall en Bangkok, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, la Sala Luis Angel Arango y el Teatro Colón de Bogotá en Colombia, el Melba Hall de Melbourne, las emblemáticas Iglesias de San Eustaquio en París, y Saint Patricks en Nueva York.

Con una extensa formación musical, Garcés recibió el título en Música y Canto Lírico del Conservatorio Antonio María Valencia, de Cali. Posteriormente viaja a Alemania para continuar sus estudios de perfeccionamiento en Colonia, donde obtuvo con honores el título de Master en Artes de la Escuela Superior de música, con especialización en ópera y Lied.
Participó en producciones de ópera, conciertos y numerosos recitales en escenarios en más de 20 países y ha cantado como solista junto a la Orquesta Filarmónica de Tailandia, la Orquesta Gulbenkian, la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y la Filarmónica de Bogotá.

Su repertorio operístico incluye roles como Suor Angelica, Ariadne en “Ariadne auf Naxos”, Amelia en “Simon Boccanegra” y Leonora en “La forza del destino”. También ha interpretado los roles de de Mimi en “La Bohème”, Liú en “Turandot”. En Colombia debutó con gran éxito con el papel principal de la Zarzuela “Cecilia Valdés” en el Teatro Colón de Bogotá con la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. 

Además, fue invitada a cantar en el prestigioso Festival de Música de Bogotá, donde participó en la “Gala de Ópera”, dirigida por Jochim Gustafsson, titular musical de la Filarmónica de Bogotá. Durante la temporada 2016 fue solista en el estreno mundial dela Ópera Multimedia “3 Mil Ríos” del compositor Víctor Gama, acompañada por la Orquesta Gulbenkian de Lisboa.

En 2023 gozó de un enorme éxito interpretando “Las Cuatro Últimas Canciones” de Strauss con la Sinfónica Nacional de Colombia. En 2024, Betty Garcés debuta con la Orquesta Filarmónica de Málaga cantando la “Novena Sinfonía” de Beethoven. También hace su debut del “Requiem” de Verdi con la Orquesta Sinfónica de Mina Gerais. 

Betty Garcés es una exquisita y apasionada intérprete del repertorio de la canción y ofrece regularmente recitales en los principales escenarios, con un repertorio que incluye obras de compositores como Strauss, Korngold, Berg, Schoenberg, Mahler, Debussy, Ravel, Chausson, Honneger y Boulanger, también Britten, Ginastera, de Falla, Montsalvatge, Rachmaninov, Verdi y Puccini.

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Textos cortesía de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.